Más allá de los campos petrolíferos hacia los campos de sueños

08 September 2012 | Audio

En uno de los lugares biologícamente más ricos de la tierra, que también alberga amplios campos petrolíferos, está surgiendo un nuevo modo de conservar los bosques.

Pedir a la comunidad internacional que financie un sueño puede sonar ingenuo, pero no lo es. Con el espíritu de responsabilidad compartida, Ecuador está buscando apoyo para su Fondo Fiduciario Yasuni Ishipingo Tambococha Tiputini (ITT) fundado para proteger un área que abarca el Parque Nacional Yasuni. Fue establecido por el Gobierno Ecuatoriano y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en agosto de 2010.

La Iniciativa Yasuni ITT se enfrenta al calentamiento global evitando la emisión de reservas de carbono a la atmósfera. Se estima que la zona tiene unas 2.274 especies de plantas, se han contabilizado 655 especies en sólo una hectárea. También hay 593 especies de aves registradas, 150 de anfibios y 121 de reptiles.

El Ecuador se ha comprometido a abstenerse de extraer los 846 millones de barriles de petróleo del Parque Nacional Yasuni. Hasta ahora el proyecto Yasuni ha recibido el apoyo oficial de varias personas reconocidas a nivel internacional, entre las que se encuentran: El ganador de un Premio Nobel Muhammad Yunus, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon, S.A.R. el Príncipe Carlos de Gran Bretaña, Desmond Tutu, Jody Williams y Rigoberta Menchú, entre otros.

Esta iniciativa se basa en un cambio de paradigma, hacia un modelo de desarrollo posterior al de los combustibles fósiles, con el objetivo de proteger la biodiversidad, asegurar la cultura y los estilos de vida sostenibles de las comunidades indígenas que viven en aislamiento voluntario y asegurar que se evitan por completo las emisiones de gases invernadero.

Ivonne Baki, Presidente del Equipo Negociador de Yasuni ITT explica qué hace de la iniciativa Yasuni un nuevo tipo de modelo económico:



El Fondo Fiduciario, gobernado por un Comité Directivo compuesto por representantes del Gobierno de Ecuador, países colaboradores, sociedad civil y PNUD, canalizará las contribuciones y se asegurará de que los fondos se utilizan de forma eficaz y transparente para actividades de desarrollo sostenible, como evitar la deforestación, la reforestación, el desarrollo social, la investigación científica, la ciencia y la tecnología.